Optimizando la reducción fiscal para autónomos en 2023

Si eres autónomo y tributas en el régimen de estimación directa simplificada del IRPF, antes de deducir el gasto por provisiones y gastos de difícil justificación, comprueba si eres elegible para la reducción para autónomos dependientes. En este régimen, puedes deducir un 5% del rendimiento neto en concepto de provisiones y gastos de difícil justificación, con un máximo de 2.000 euros. A partir de 2023, este porcentaje se ha aumentado a 7%, con el mismo límite máximo de 2.000 euros.

También puedes optar por la reducción alternativa para rentas bajas, si tus rendimientos netos de la actividad son inferiores a 19.747,50 euros y no percibes otras rentas distintas superiores a 6.500 euros. La reducción varía según tus ingresos y es más conveniente en muchos casos que deducirse el gasto por provisiones y gastos de difícil justificación.

Puedes optar por esta reducción alternativa si solo facturas a una única persona o sociedad con la que no guardas vinculación, o si eres un trabajador autónomo económicamente dependiente (TRADE). Sin embargo, hay ciertos requisitos que deben cumplirse, como que los gastos deducibles de tu actividad no superen el 30% de tus ingresos íntegros o que al menos el 70% de los ingresos del ejercicio estén sometidos a retención.